Salmón glaseado con soya ,miel y jengibre con arroz integral

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En casa nos fascina comer pescado. Preferimos los pescados azules por su alto contenido en omega 3. Les suena el DHA? esa sigla que taaanto sale en las leches de fórmula? Pues bueno, el DHA es uno de los 3 ácidos grasos que conforman el omega 3.

Es vital para el desarrollo cerebral, por eso es imporante tener un buen consumo de omegas durante el embarazo, lactancia y luego en la AC (alimentación complementaria).

El salmón nos gusta por su suave sabor, a Martina le encanta!!!

Durante el primer año de vida, el omega 3 proviene de la leche materna ya que no es recomedable darles pescado. A partir del año entran en escena los pescado blancos y ya para los 15 meses el pescado azul. Está presente en las nueces y frutos secos también pero eso nos los introduciré hasta pasados los 3 años, así que …. pescado azul sera!

El salmón lo comemos en casa cada 15 días aproximadamente, si bien su alto contenido en omega 3 es super bueno para uno, al ser un pescado grande puede tener altos contenidos en metilmercurio que en altas dosis puede ser contrainicado para la salud (lo mismo puede ocurrir con el atún). Para reducir estos niveles es importante sacarle la piel, las entrañas y desgrasar bien al concinarlo. Hay que comer de todo pero con moderación!

Ingredientes:

Para el salmón

  • chorrito de salsa de soja
  • 1 cucharadita de miel
  • 1 cuchadadita de jengibre (kion) rallado
  • 3 dientres de ajo en láminas
  • 3 limones
  • semillas de sésamo a gusto
  • 3 filetes de salmón

Para el arroz integral

  • 1 taza de arroz integral
  • brócoli
  • 1/2 cebolla colorada
  • 1 mazorca de maiz dulce
  • 1/2 calabacín
  • 1 zanahoria
  • 6 espárragos

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Preparación:

  • 1 taza de arroz por 2 de agua. Dejar en remojo el arroz por 1 hora como mínimo.
  • En un bowl mezclar los ingredientes para el glaseado y macerar el salmón por 30 minutos aprox.
  • Pon a fuego medio el arroz, una vez listo reservar.
  • En un wok saltea las verduras a fuego fuerte. Comienza por la cebolla, luego el maiz, los espárragos y el brócoli, por último añade el calabacín.
  • Una vez listos los vegetales incorporarlos al arroz.
  • Caliente bien la sartén con un chorrito de aceite y coloca el salmón con la piel hacia abajo y baja el fuego a medio. Una vez la piel esté crujiente da la vuelta.
  • Cuando ya se comience a dorar el salmón incorporar la salsa de la marinada a la sarten y a fuego muy bajo terminar de cocinar el salmón.
  • Para servir retirar la piel del salmón.

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Martina come riquísimo, por qué?

 

Debe ser bien difícil tener un peque al que no le guste comer. Tengo mucha suerte que Martina no tenga ese problema (crucemos los dedos para que continúe así). He leído mucho sobre la neofobia, que es el miedo a los nuevos alimentos. Parece ser que estos miedos comienzan recién a partir de los dos años, así que me quedan algunos meses para intentar que esta fobia no aterrice en mi mesa.

Al parecer, esta conducta respondía a una manera de protegernos contra el envenanamiento, hoy sin embargo representa un dolor de cabeza para muchas madres y padres preocupados por brindar una dieta equilibrada a sus hijos. Este rechazo a ciertos alimentos por lo general se da en verduras y frutas haciendo que la dieta de los más pequeños cada vez se vuelva menos variada y limitada.

Yo, por mi parte tengo mi propia teoría… veremos con el tiempo si funciona. Por el momento va bien, pero… uno nunca sabe.

La  buena alimentación fue sumamente importante a lo largo de mi vida, pero cuando quedé embarazada me cuidé aún más. Comí inclusos cosas que no me gustaban porque sentía que mi cuerpo lo necesitaba. Durante mi embarazo leí en un estudio que los fetos desarrollan las papilas gustativas en la semana 8 de gestación  y que a partir de la semana 12 tragan líquido amniótico, allí comienzan a activarse los receptores del gusto. Al parecer, la composición y sabor del liquido amniótico varia según la dieta de la madre. Así que ya desde la panza podemos comenzar a «activar» y desarrollar el gusto en nuestros pequeños.

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Una de las cosas más lindas (para mí) de la maternidad fue la lactancia (durísima pero hermosa), Martina y yo compartíamos momentos de mucha ternura y complicidad. La nutría no sólo física sino emocionalmente.

Cuando Martina llegó a los 6 meses y comenzó con los sólidos, tenía clarísimo que el vínculo que ella tenía que establecer con la comida debía ser sumamente positivo. Teníamos que intentar lograr el mismo sentimiento que con la lactancia. Obviamente nunca será igual, no hay roce piel con piel, no siente el calor del pecho, dificilmente hay miradas directas a los ojos, pero sí podemos demostrar afecto compartiendo la mesa con ellos, dándole comida hecha con amor, no forzando la alimentación y dejando que ellos exploren y experimenten con la comida.

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Me esmero muchísimo en ofrecer variedad en sabores, texturas, colores, métodos de cocción. Intenté con todas mis fuerzas que la comida jamás fuese aburrida para Martina ni para nosotros. En estos primeros año quiero que ella sea una exploradora culinaria y sí, para ello creo que es imprescindible que coma sola. Como se imaginarán practicamos BLW. Es un enchastre total, no se los voy a negar pero vale la pena. Disfruta muchísimo, fomenta su independencia, compartimos la mesa comiendo en familia y ella es quien maneja las riendas de su relación con la comida.

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Jamás forcé a Martina comer algo, nunca le embutí las cucharadas una atrás de otra como si estuviera rellenando un pavo para navidad, creo firmemente que esa no es la manera de alimentar a un niño. Lo encuentro sumamente negativo. Imagino que se vuelve una obligación para ellos, se vuelve algo automático, no hay placer en comer. Y si todavía le sumamos que come en la cocina sin compartir juntos el almuerzo o el desayuno (la cena es más difícil)… ya no les quiero contar. Yo hago la comparación entre cuando tomaba la teta y esto y digo… esta no puede ser la forma correcta. Es diametralmente opuesto!

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Hay veces que Martina no quiere comer, o simplemente no le gusta.

No crean que le gusta todo! Hay cosas que no le hacen mucha gracia pero se las come sin tanto entusiasmo. Si por alguna razón no quiere comer  y me dice a media lengua «teminé» y me alcanza el plato, inmediatamente lo retiro de la mesa y ella se queda esperando a que nosotros terminemos en la mesa. Cuando llegue la hora de su merienda me encargaré que sea lo suficientemente nutritiva y saciante para que supla la falta de comida de antes.

Si algo no le gusta y no lo come esa vez, intento otro día dárselo cocinado de otra manera. Pero insisto. No me doy por vencida. No voy a erradicar un alimento de su dieta porque un dia no lo quiera comer. Si lo hago estaré perdida.

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Como familia (Ignazio y yo) nos esforzamos en llevar una dieta sana y equilibrada, predicar con el ejemplo es fundamental.

Así que mi teoría es que la educación alimentaria comienza desde la panza, debemos ofrecer variedad y dejarlos explorar siempre compartiendo esta aventura en familia juntos, con amor y sin presiones. Les contaré con el paso del tiempo si mi teoría sirvió con Martina. Crucemos los dedos!

 

 

 

Quinua 3 delicias para toda la familia

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En la Madriguera nos encanta la quinua en todas sus versiones, desde ensalada, pasando por los guisos, wraps, versionando platos orientales. La verdad que se presta para todo!

Hoy preparamos quinua 3 delicias, a Martina se la dimos tal cual y para los papás lo acompañamos con un huevo poché. Ufff!!! no les puedo explicar la delicia. Cuando cortas ese huevo por la mitad  y la yema derretida cae por toda la quinua… un placer divino!

La verdad que no me animé a darle el huevo  a Martina porque la yema está un poco cruda en el huevo poché. Esperaré a que esté un poco más grande para añadirle el huevo a ella y que pueda disfrutarlo a pleno.

Este plato está recomendado para niños mayores de un año y con soja introducida.

Ingredientes:

  • 1 taza de quinua
  • 1 cebolla blanca pequeña
  • cebolla de verdeo o china (unas 5)
  • 8 espárragos
  • brócoli
  • 1/2 calabacín
  • 1 zanahoria
  • 1 cucharadita de kion (jengibre) rallado
  • 2 cucharaditas de salsa china de frejol
  • chorrito de salsa de soja
  • puñado de semillas de sésamo
  • 2 huevos

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Preparación:

  • Hervir la quinua, una vez lista, escurrir y reservar.
  • Cortar en trozos las verduras. Las cebollas chinas separar la parte blanca de la verde, ya que la verde se colocará al final del salteado.
  • Saltear a fuego fuerte. Comenzar por las cebollas y zanahoria. Una vez doradas agregar los espárragos, calabacín, kion y brócoli (ya que estos tardan menos en cocinar y no queremos que queden blandos. Nos interesa ese crunch)
  • Una vez listos, agregar salsa de soja y salsa china de frejol y saltear un minuto más. Agregar las semillas de sésamo y la parte verde de la cebollita china.
  • Incorporar la quinua y revolver
  • En una olla con agua casi hirviendo preparar los huevos poché-
  • Servir con el huevo poché coronando el plato.

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Los purés texturados de Martina & La Madriguera. Mes a mes.

Hay señales en tu bebé que indican que ya está preparado para comenzar con la alimentación complementaria. Martina ya daba señales desde los 5 meses pero mi pediatra me sugirió esperar a los 6 meses y continuar con la lactancia materna exclusiva hasta entonces. Yo, siendo como soy le hice caso y no me arrepiento. Igualmente les cuento cuales son estas señales.

  • Control de la cabeza: tu peque debe poder mantener su cabeza erguida
  • Pérdida del reflejo de extursión: este reflejo es el movimiento que los bebés hacen con la lengua para expulsar la comida cuando llega a la parte anterior de la boca. Muchas veces es confundido con que no le gusta, pero es un reflejo que con el tiempo se irá perdiendo. Suele desaparecer a los 6 meses.
  • Movimientos de masticación: esto va ligado al punto anterior. El desarrollo de la boca y lengua están intimamente sincronizados con el sistema digestivo. Ya verás que a medida que aprenda a tragar dejará de babear tanto.
  • Poder sentarse: tu peque si o si tiene que poder mantenerse sentado por sí solo, teniendo apoyo.
  • Aumento de peso: tu bebé pesará casi el doble de lo que pesó al nacer.
  • Tiene más hambre de lo habitual
  • Sienten curiosdad por lo que tu comes

Bueno a los 6 meses, no hay mucho para inventar a la hora de hacer las papillas. Tienes una lista de alimentos para introducir y debes respetarla. Puedes visitar mi post BLW mixto: Tradición con nuevas tendencias allí se encuentra explicada la lista de los 6 meses y cómo ir introduciendo los alimentos.

Ya a los 7 meses puedes comenzar a mezclar verduras y frutas, entran también en juego los cereales y la cosa se comienza a animar. Recuerda que sólo comen una vez al día sólidos, preferiblemente a mediodía.

La frase come el arcoiris debe ser tu mantra. A Martina cada día un puré de color diferente, así me aseguraba que durante la semana comiera todos los nutrientes necesarios.

Aquí les dejo los enlaces a las papillas de los 7 meses.

La carnosa berenjena

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Simple y delicioso: Mango-Camote

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Ultravioleta

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Avena salada? Si, está buenísima

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Hawaii en un bowl

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Verde que te quiero verde

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Zapallo con Punch

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Llegamos a los 8 meses y con ellos se introdujo el pollo y las menestras. Y también comenzamos con los desayuno. Martina siempre fue una bebé con mucho apetito. Yo sentía que le quedaba corta una comida al día. Intentaba darle las frutas por la mañana y el salado a mediodía. Seguí usando los purés de los 7 meses y los complementé con los que vienen a continuación.

Papillas de los 8 meses.

Lentejas

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el versátil membrillo

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A camotear!

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El desconocido Mamey

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A los 9 meses bienvenidas carnes rojas y yema de huevo. La introducción del huevo para mi fue genial, puedes hacer unas cremas deliciosas para las pastas.

Pastinas con crema de zucchini

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Que viva el potasio!

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Shepherds pie Martina

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A los 10 meses llegaron a la dieta de Martina los lácteos. Como más los consume es un forma de yogurt, le encanta!!! También comenzamos ya con las 3 comidas al día. Podría decirse que todo está introducido salvo las fresas, frambuesas, pesacado y marisco, miel y clara de huevo.

Si sigues con frecuencia el blog, sabrás que Martina hizo BLW mixto, ella recién comenzó a comer por trozos por esta época, así que alternábamos purés con comidas a trozos.en realidad para ella la transición fue sencilla porque todas papillas eran texturadas, ninguna fue líquida, así que los tropezones no era un tema para ella.

Power bowl de quinua

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Swirl de avena y membrillo

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Lamentablemente no les puedo pasar recetas para los 11 meses, nos fuimos de vacaciones a ver los abuelos a España, y…. si, me puse un poco perezosa y compre purés (potitos) :(. No estoy muy orgullosa pero descansé divino!

 

 

 

 

 

Tortilla de espinaca, calabacín y portobellos

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Lo bueno de la tortilla es que la puedes comer en el desayuno con un gran jugo de naranja o en una cena ligera junto con una ensalada de tomates, cebolla y orégano.

Porqué naranja o tomates para acompañar? Cargados de vitamina C nosayudan a abosrber el hierro de las espinacas.

Ingredientes:

  • 1 paquete de espinaca bebé
  • 1/2 calabacín (zucchini)
  • 3 hongos portobello
  • 1 pimiento de piquillo
  • 1 cebolla blanca pequeña
  • 2 dientes de ajo
  • 4 huevos
  • sal, pimienta y nuez moscada a gusto

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Preparación:

  • Escalfar la espinca.
  • Cortar la cebolla, el pimineto, el ajo y los portobellos en cubos muy chicos
  • El calabacín cortarlo por la mitad (a lo largo) y luego rebanar. Que te queden como semicírculos finitos.
  • Batir los huevos con sal, pimienta y nuez moscada.
  • Una vez escalfada la espinaca, escurrir bien y picar.
  • En una sartén sofreir la cebolla y el ajo. Una vez transparentes agregar el calabacín, los portobellos y el pimiento. Sofreir hasta que los calabacines estén tiernos pero que no lleguen a estar babosos.
  • Agregar toda la mezcla del sartén a los huevos y agregar también la espinaca picada y batir.
  • En una sartén con un chorrito de aceite de oliva hacer la tortilla.
  • Voilá!

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Avena: un cereal maravilloso

La verdad que la avena para mi es un salvavidas a la hora de preparar cositas para Martina. Es un alimento muy versátil y nutritivo. Es tan versátil que puedes hacer con ella galletas, muffins, panqueques, leche, batidos, compotas, pudines, incluso algunas recetas saladas para el desayuno, etc, etc.

Hay varios «tipos» de avena que puedes conseguir en las tiendas. No es que se trate de variedades distintas, sino se trata más bien del corte del grano y la rapidez de cocción que cada corte te da. Están los granos cortados al acero (semilla cruda cortada) tarda más de media hora en preparase, las hojuelas (ya pasan por un proceso de vaporización y cortado. Tardan menos en preparase), los copos de avena rápidos y los instantáneos (son los quaker de toda la vida) y ya después tenemos el salvado de avena. Yo personalmente prefiero las hojuelas enteras y comprarlas en el mercado, trato de evitar las marcas grandes de supermercado. Me encantaría poder comprar la cruda cortada pero muy rara vez encuentro.

Como les contaba por un tema más bien moral prefiero no comprar las de súper. Prefiero apoyar al pequeño comerciante antes que a una corporación. Y por otro lado la mayoría de las grandes corporaciones utilizan transgénicos para  mejorar producción y abaratar costos. Así que para mi ese es un: ni hablar!

Bueno, dejando mis paranoias morales de lado… La avena es un cereal importante a incluir en la dieta. Claro está que como todo en esta vida debe ser de manera moderada.

Para mi el momento ideal del día para que todos en la familia comamos avena es en el desayuno. Y lo mejor de todo, es que no tiene que ser el típico potaje de avena con canela y leche todos los benditos días.

En el blog podrás encontrar varias recetas con avena, aquí te dejo algunos enlaces, pero da por sentado que iré posteando más ya que siempre estamos buscando nuevas maneras y sabores, la buena alimentación jamás debe pecar de aburrida.

Batido de lúcma, dátiles y avena

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Hotcakes de quinua, kiwicha y avena

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Potaje de quinua, avena y bayas goji

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Tazón de avena, chía y fresas

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Muffins de quinua, avena y naranja

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Avena mágica nocturna con chocolate

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Swirl de avena y membrillo

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Avena salada con palta y espinacas

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Es buena para todos en la casa, no sólo creas que beneficia a los niños. Si estás aún dando de lactar es genial para la producción de leche materna. Si estás embarazada ayuda enormemente al desarrollo fetal y mejorar el tránsito intestinal (es un mal que acecha a muchas embarazadas).

 

 

BLW mixto: Tradición con nuevas tendencias

A ver… siendo madre primeriza todo me da miedo! Así que cuando Martina comenzó con la alimentación complementaria (sobre los 6 meses), seguí las instrucciones del pediatra al pie de la letra por más que me encantaba la idea del BLW.

Por suerte mi pediatra me recomendó no darle las comidas licuadas o batidas. Siempre me insistió en dar las comidas al vapor y pisadas con un tenedor, pero que tengan textura para que se acostumbre a masticar. Así que todas las comidas que le preparé a Martina a esa edad y los purés complementarios fueron con tropezones.

La foto siguiente es la primerísima comida de Martina, no les voy a mentir no fue un éxito completo pero en mi defensa hasta el día de hoy las papas no son su fuerte, salvo que estén fritas (mmmm)

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El primer mes, seguí todas las pautas tradicionales. Tenía 10 alimentos que debía introducir ese mes. Un alimento cada 3 días para descartar cualquier alergia o malestar.

Estos alimentos eran: papa, camote (batata), yuca, arroz, pera, pasta, zanahoria, melocotón, zapallo (calabaza) y plátano. Mi gordita se ve que tiene el diente golosos y las frutas fueron las más exitosas.

Una vez que comencé a introducir nuevos alimentos y podía hacer mezclas, todo se volvió un mundo nuevo de sabores y colores. Martina jamás rechazó una papilla y era una delicia verla disfrutar al comer. La avena fue mi gran aliada, al igual que la pasta integral, eso me ayudo a aportarle carbohidratos y fibra a cuanta verdura se me ocurriera. Siempre intenté darle comidas completas, como platos de adulto pero adaptados a un bebé. No busqué disfrazar o decorar la comida como para que le parezca bonita. A demás que ella siempre desde el primer día me acompaña en la cocina (ella juega con cucharones de madera y bowls) mientras preparo su comida o la de la familia completa.

Siempre quisimos que coma sola, con cuchara o sin ella, da igual si era puré, sopa, trocitos. El baño después de comer … obligado! Como ya muchos seguidores de Martina sabrán es una niña ultra independiente y  con carácter y jamás quizo que le dieran la comida en la boca así como tampoco quizo babero. Así es, pobre madre que después de cada comida no solo era el baño completo sino el remojo y lavado de la ropita. Saben que???? Todo ese sacrificio VALE LA PENA!

No me arrepiento en nada! Ya tiene 1 año y 5 meses como todo lo que le pongas y ella sola. No me supone un stress darle de comer.

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Como he mencionado en otros posts, a Martina le salieron muy tarde los dientes, recién comenzaron  a salir a los 10 meses, así que mi aventura con los alimentos duros en el BLW fueron incorporaciones tardías. Antes de los dientes, le daba alimentos blanditos en trozos, como ciruelas, sandía, plátano, yema de huevo, algun muffin hecho en casa, cosas que ella pudiera triturar con sus encías y que mi ansiedad por que se ahogara se calmara.

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A medida que los dientes salieron, full comida en trocitos, sin problema alguno. Eso sí siempre fui muy cauta con qué alimentos dar y cómo presentar ciertos alimentos para evitar ahogamientos. Hay alimentos que se encuentras contraindicados antes del año de edad entre ellos:

  • miel de abeja: puede ser portadora de esporas de botulismo y poner en riesgo la vida de tu bebé. Estas esporas también pueden estar presentes en los almíbares de maíz así que mucho cuidado con comidas preparadas que pueden llevarlo. Leer siempre las etiquetas por favor!
  • leche de vaca: muchos recomiendan no darla hasta el año. Mi pediatra me dejó darle sin problemas lecha a Martina a partir de los 10 meses. Yo comencé con yogurt natural y no tuve problemas. Pero… cada niño es diferente.
  • leche de arroz: el arroz contiene arsénico en pequeñas cantidades. El riesgo con los lactantes es que el arroz es muy común en la ingesta durante la alimentación complementaria y un exceso del mismo más las bebidas de arroz podrían ser perjudiciales. En la leche de arroz no medimos la cantidad de arsénico que le podemos estar dando a nuestro bebé por lo que lo mejor es sólo brindarle arroz en sus comidas y no en forma de bebida.
  • leche de soya: La soya es alérgeno común y debe evitarse hasta pasado el año.
  • clara de huevo: La alergia al huevo se debe a la albúmina que está presente en las claras.
  • fresas y frambuesas: Muchos recomiendan ningún fruto rojo. Mi pediatra me dio luz verde para arándanos.
  • cítricos: están desaconsejados por alergias, pero Martina tomó naranja y mandarina a los 8 meses y está perfectamente. Otra vez, depende de cada padre y niño.
  • frutos secos: Desaconsejados no solo por temas de alergia, si no por riesgo de atragantamiento.

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Una vez cumplido el año por recomendación pediátrica Martina debía comer todo lo que se comiera en casa. Lo que se prepara ese día para la familia ella debe comerlo. No hay comidas especiales de bebé. Así que… desde ese día ella desayuna, almuerza y cena lo mismo que sus padres y junto con sus padres. Una verdadera maravilla!

Mi recomendación principal, siempre intenten preparar en casa la comida de los chicos. En la medida de lo posible eviten comprarla fuera. Y sobre todo, diviertanse cocinándoles. Prueben siempre lo que les den, si a ti no te gusta a ellos menos!

 

 

 

 

Spaghetti con albóndigas de lenteja y salsa de tomate

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Un buen plato de pasta es super reconfortante. Y con albóndigas caseras ni te cuento!

El éxito de este plato para mí, es que las albóndigas son de lentejas. Más ligero, sabrosísimo y con proteina vegetal. Te prometo que no extrañarás la carne en este plato en lo más mínimo.

Ingredientes:

  • 3/4 tazas de lentejas
  • 1 zanahoria rallada
  • 1 cebolla blanca picada chiquita
  • 3 dientes de ajo
  • 1 huevo
  • Harina de quinua (un puñadito)
  • orégano fresco a gusto
  • sal y pimienta
  • spaghetti integral
  • aceite de oliva
  • passata de tomate y cebolla para la salsita

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Preparación:

  • Hervir las lentejas en agua con sal hasta que estén tiernas
  • Saltear las cebollas con ajos hasta que estén transparentes y reservar
  • Una vez listas las lentejas, escurrir y hacer un puré con el huevo (que quede rústico, no muy fino sino te quedarán demasiado arenosas las albóndigas)
  • En un bowl mezclar las zanahorias, cebollas y ajo, orégano, sal y pimienta y el puré de lentejas.
  • Con la mezcla preparar las bolitas y pasar por harina de quinua.
  • En una sartén caliente colocar un poco de aceite de oliva y freir las albóndigas, una vez listas colocalas en papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
  • Mientras tanto, pon a hervir el agua para la pasta. Una vez que rompa en hervor cocer los spaghetti.
  • En una sarten sofrie la cebolla, una vez transparentes añadir la passata, sal, pimienta y orégano. Cuando la salsa esté casi en su punto añadir las albóndigas.
  • Servir la pasta con un chorrito de aceite de oliva y coronar con las albóndigas en salsa.

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La verdad que son una rica alternativa, primero al típico guiso de lentejas del lunes y por otro a los spaghetti con albóndigas que a tantos chicos les gusta. Es una opción super sana y sabrosa para disfrutar en un rico almuerzo en familia.

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