Qué onda con el destete?

 

Muchas se habrán dado cuenta que cuando recién das a luz todo el mundo está muy interesado en si das de lactar, si es exclusivo y a demanda, o le das fórmula, etc. Todo el mundo te da tips, que toma esto, toma aquello, usa almohada de lactancia, te explican todas las posiciones , etc,etc.

Pero cuando llega el destete… La única pregunta que escuchas es… no te parece que ya está grande para que le sigas dando la teta? Pero consejos sobre cómo destetar pocos pocos.

En este post, no voy a comentar sobre métodos para destetar porque cada quien conoce a su hijo y  tomará la vía que crea conveniente. Pero sí les hablaré desde el punto de vista de la madre, como yo viví física  proceso.

Ya les comenté en uno que otro post, que yo tomé la vía del destete progresivo. Comencé por el destete nocturno y luego poco a poco fui retirando las tomas diurnas. Cada 7 días retiraba una toma hasta quedar sin tomas por dar. En resumidas cuentas esa fue mi vía.

Pasó una semana y yo estaba RE-GIA. Nunca había dormido tanto y los pechos los tenía bien. Pensé que me había librado de los dolores espantosos que había esccuchado por ahí. Llegó el día 10 luego de destetar y me quería MA-TAR. Tenía los pechos duros como una roca y el más mínimo roce me hacía ver las estrellas. Temí, me temí lo peor… la tan temida mastitis.

Por suerte no era nada que el tiempo y paciencia pudieran curar. Como bien saben una vez que destetas por completo no debes extraerte leche. Si la presión es demasiado terrible puedes exprimirte unas gotitas manualmente para aliviarla, pero no más de eso. Si no, nunca dejarás de producir.

En las noches se me salía la leche sola, me despertaba empapada. A veces me ocurría durante el día y tenía que usar  los protectores como al comienzo de la lactancia. Resulta que luego de 10 días comienzas dejar de producir leche y los pechos se comienzan a secar. Si  que se te secarán, te quedan como unas pasitas, jajajaj!

Cuando uno da de lactar de forma prolongada como fue mi caso puede ser bien doloroso. Qué hice yo para aliviar y «acelerar» el proceso de secado? Tomé te de salvia, la verdad que es maravilloso, noté las mejoras al día siguiente! Tomé 3 tazas al día. Desayuno, almuerzo y cena. Mano de santo. Y compresas frías de manzanilla para descongestionar.

Han pasado ya 15 días del destete total y ya han vuelto a la normalidad. Chiquitas, tiernitas y sin dolor!

 

 

 

Llegó el momento… destete nocturno!

Bueno, llegó el día y comenzamos con el destete nocturno para Martina.

Digamos que el destete lo venimos haciendo muy pero que muy lentamente desde que Martina tiene 6 meses. Sus tomas se redujeron de 1 cada 3 horas a 3  tomas al día en promedio, eso depende de cuántas veces se despertara por la noche a pedirla.

Últimamente la dinámica nocturna estaba siendo demasiado intensa. Al hacer colecho ella tomaba de mi teta cual bufet libre. Llegó un punto en el que si yo me despegaba y la teta se le escapaba ella lloraba y armaba una pataleta impresionante. Mi cansancio era considerable. Para mi esposo tampoco era agradable, más aún cuando él se levanta muy temprano para ir a trabajar a la otra punta de la ciudad.

Mi cansancio se transformó en mal humor, y lo único que quería era que Martina volviera a dormir y que dejara de llorar. No lo voy a negar, algún grito se me escapó y me he sentido tremendamente culpable por ello.

No creo que sea una manera de Martina de manipular, como mucha gente ha insinuado. Sólo creo que se ha convertido en una dinámica que quedó desfasada. Ella ya no necesita ese alimento nocturno, sólo el cariño que esto implica, ese vínculo emocional que puede ser sustituído por abrazos, besos y caricias.

Así que una noche, esa en la que me convertí en un monstruo. Dije: No más! Esta no es la manera! Así que me dispuse a no darle la teta esa noche, sino suplir todo esto por arrumacos  y amor.

Pues… no me funcionó!

Martina  no dejó de llorar desde las 3:30 hasta las 6:00 y si yo la abrazaba peor se ponía, así que su padre se levantó y se la llevó a jugar a la sala.

Gran error por mi parte no hacerlo de manera planeada. Actué de manera demencial y unilateral sin tomar en cuenta lo que mi esposo tenía para decir. Lo embarqué en un proceso agotador sin decirle, fatal por mi parte! Así que mi primer consejo: planea esto junto a tu pareja, nunca de manera unilateral! Las desiciones importantes se toman en familia, a demás el apoyo de tu pareja en este viaje del destete es fundamental.

Ya estaba metida en el ajo y tenía que seguir para delante, así que… La siguiente noche no me esperaba nada alentador. El llanto comenzó, ella quería su teta. Mi esposo no estaba en el cuarto en ese momento conmigo, así que estaba sola ante el temido destete. Lo intenté nuevamente con abrazos, fueron negados. El llanto desesperado se apoderó nuevamante de Martina, y reviví la noche anterior y casi casi sucumbo y le doy la teta. Pero me mantuve firme entre lágrimas y busqué otra alternativa. Así que opté por hablarle, ella es una niña razonable. Desde bebé siempre le expliqué todo lo que hacía, desde el cambio del pañal, hasta cuando le preparaba la comida. Porqué esta ocasión sería diferente? Y por arte de magia me escuchó. Tuvimos una linda conversación, en realidad fue un lindo monólogo pero surtió efecto. Ahí la abracé y le canté hasta que se durmió y durmió toda la noche. Lloré un buen rato, necesitaba el desahogo.

Así llegó la tercera noche y el milagro sucedió! Martina durmió de corrido! No hubo llantos, quizá alguna cucharita en busca de calor pero nada más.

Ya voy por el día 6 del destete y continúa el milagro, Martina duerme la noche de corrido. Ya todos descansamos riquísimo, colecheando felices sin interrupciones!

 

 

 

 

Como la teta de mamá no hay!

Llevo ya casi 11 meses dando la teta a Martina, no voy a negar que varias veces se me pasó por la mente abandonar. Los primeros 4 meses fueron muy pero que muy duros para mí, tenía una sobreproducción descomunal y se me terminaban tapando los conductos al menos 3 veces al mes, una verdadera tortura!

Tenía tanta leche que iba congelando para cuando terminara mi descanso de maternidad y que Martina pudiera seguir alimentándose con leche materna(me parece que llegué a tener congeladas 120 bolsitas).

Siempre opté por darle leche a demanda (eso sí nunca dejé pasar más de 4 horas entre toma y toma) y ella tomaba tanta leche que era un bebé enorme que pesaba 8 kilos con 4 meses, eso sí no me molestaba por las noches se las dormía de corrido. (Con el tiempo eso cambió ahora se despierta cada 3 horas).

Se preguntarán porqué no desistí, si resultaba tan doloroso y traumático?

Pues bien la respuesta es simple, como la teta de mamá no hay.

La leche materna  a demás de ser dulce, nutritiva y fácil de digerir, tiene algo que ninguna leche de fórmula posee, tiene los anticuerpos de la mamá y ayuda a reforzar el sistema inunológico de tu hijo.

No sólo es beneficioso para tu bebé, está comprobado también que el dar de lactar disminuye enormemente el riesgo de cáncer de mama y como extra bajas todos los kilos del embarazo casi sin esfuerzo! Yo subí 18 kilos con mi embarazo a los 3 meses de dar a luz, sin hacer dietas volví a mi peso original!

Fisiológicamente no podemos discutir sus beneficios, pero no podemos olvidarnos de la parte emocional.

En lo que a mí respecta, dar de lactar es lo máximo. Martina tiene todo su ritual a la hora de «tetear». Para empezar ella ya sabe cuando yo le voy a dar la teta, me mira con cara pícara y se ríe con una carcajada muy especial,  se acurruca y me agarra de la mano y con el dedo índice me rasca mi dedo índice, eso la calma, la relaja, se entrega a su mamá. Es tiempo de amor. Al comienzo era su hora de comer, pero ahora es tiempo de paz con su mamá.

Estoy segura que el destete va a ser más complicado para mí que para Martina.